Dia bebé

Ayer fue un día bebé. Pasamos todo el dia mirando almacenes de cosas para bebé y aprendiendo como locos. Que cómo se baña el bebé, cuando esta pequeñito, cuando esta mas grandecito, que si se baña arriba, que si se baña abajo, que si compramos esto o aquello para bañarlo. Que qué cochecito escogemos, con qué accesorios, que si la bolsita para el frío que si el parasol para (que mas?) el sol, que si se maneja fácil, que si es resistente, que si escogemos un color claro u oscuro (lo aparente de las manchas de comida es un factor fundamental!). Que las cobijitas, que los teteros, que la cómoda para cambiarlo, en fin, que esto del bebé es peor que la Barbie.

Al final de nuestra peregrinación nunca antes vista a todos estos centros de adoración puericultural llegamos a casa a ordenarnos un poquito las ideas, y fieles a nuestra formación ingeniero-financiero-gerencial y a nuestras respectivas personalidades Pablo tomó las medidas y buscó por internet la “mesita de cambiar” ideal para nuestro baño, mientras yo hacía una lista con costos de todo lo que nos hace falta. Y fieles a nuestra ignorancia sobre el tema, casi nos da un soponcio cuando vimos la cuenta final! Como dicen en mi tierra, esto del bebé es un billete laaaargo… Largo pero sabroso! Y es que esta bebé que se mueve en mi barriga me da un soplo de alegría y de ternura con cada patadita y la sonrisa en la cara de Pablo cuando ve mi barriga es un regalo que me hace muy feliz.

Ahora, despues de una manana de locha (Pablo durmió y yo leí Vogue) nos vamos a nuestro restaurante de pizza favorito: Pizzeria Pronto, mas conocido en los círculos Fourez como “Los Kurdos”, y después al cine, a ver, espero algo que no sea malo y que quizás no sea de acción… como tanto le gusta a mi amorcito…

Hasta la próxima!